Los concursantes se convertirán en mineros durante los próximos siete días. Su misión será organizarse por turnos, recoger unas pelotas de colores, cargarlas en una carretilla y adentrarse en un túnel para volcarlas en una vagoneta.
Además la atención y coordinación serán elementos claves. En el plasma del gimnasio observarán a un canario que vive dentro de la mina.
Dos de los concursantes estarán siempre vigilando ya que si el canario fallece, tendrán que correr para avisar a sus compañeros y desalojar la mina. Si no comenten más de catorce fallos (llegar tarde, no desalojar la mina o trabajar más de cinco mineros juntos entre otros), consiguen llenar los contenedores y saben acertar el número de bolas que han introducido, superarán la prueba de esta semana.
De lo contrario, el hambre les esperará a la salida del confesionario.
Por su parte, en el apartamento donde vive Kristian y Gonzalo, también tendrán que superar un reto. De ellos dependerá que la mina tenga o no energía. Desde que suene la señal hasta que finalice el turno, al menos uno de los dos tendrá que estar encima de la bicicleta pedaleando. Si no lo hacen, sus compañeros tendrán que abandonar la mina al no poder trabajar.
Fuente: www.granhermano.com
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